San Pedro

Pidieron juicio oral para la única acusada por el crimen del joven uruguayo hallado apuñalado en San Pedro

#SanPedro | La Justicia dio por concluida la etapa de instrucción y solicitó el enjuiciamiento de Marisel “Pili” Solís, quien está imputada por homicidio agravado por el vínculo tras la muerte de Marcel González en una finca de Pueblo Doyle. El fiscal sostiene que la mujer podría enfrentar prisión perpetua.

  • 03/08/2025 • 10:16
La Opinion

La causa por la muerte de Marcel Xavier González Jorge, el joven uruguayo de 33 años hallado sin vida en una finca de la localidad sampedrina de Pueblo Doyle, avanza hacia su etapa final. El fiscal Vicente Gómez, a cargo de la UFI N° 9 de Baradero, cerró la instrucción y solicitó al juez de Garantías Ricardo Prati que la única acusada, Marisel “Pili” Solís, sea sometida a juicio oral por el delito de homicidio agravado por el vínculo.

Solís, de 47 años y oriunda de Rosario, se encuentra detenida desde marzo en el anexo femenino de la Unidad Penal N°3. La investigación indica que habría apuñalado a su pareja en medio de circunstancias que, inicialmente, se vincularon a un posible estado alterado por consumo de sustancias alucinógenas. Sin embargo, los análisis toxicológicos posteriores descartaron esa hipótesis: no se hallaron rastros de drogas en el cuerpo de la víctima y solo se detectaron restos de cannabinoides en la acusada.

El crimen ocurrió el 10 de junio de 2024. Ese día, la policía fue alertada por la propia Solís, quien llegó a la Patrulla Rural junto a un tercero al que había pedido ayuda. Al ingresar a la finca “Sonho Verde”, los agentes encontraron a González Jorge desnudo, con múltiples cortes y sobre una cama, en un entorno cargado de sangre. Las primeras declaraciones de la mujer indicaban que ambos habían ingerido hongos psicodélicos y que, tras una caminata solitaria de varias horas, al regresar halló a su pareja en ese estado. Aseguró no recordar lo sucedido.

Inicialmente, la versión de un suicidio fue considerada por la fiscalía de San Pedro. Pero el impulso de la familia del joven —que viajó desde Uruguay para exigir una investigación más profunda— y la intervención del médico forense Manuel Caro, modificaron el rumbo del caso. Las pericias concluyeron que las heridas no eran autoinfligidas, y por eso se cambió la carátula a homicidio.

La investigación atravesó varios cambios. La primera fiscal, María del Valle Viviani, fue apartada por decisión de la fiscal general Sandra Bicetti tras un pedido de excusación rechazado. Luego fue designada Viviana Ramos, quien también se excusó por tener vínculos con la defensa oficial. Finalmente, el expediente quedó en manos de Gómez, quien impulsó la imputación firme contra Solís.

Marcel Xavier González Jorge, el joven uruguayo de 33 años hallado sin vida en una finca de la localidad sampedrina de Pueblo Doyle

Ahora, el fiscal solicitó formalmente que la mujer sea juzgada por homicidio agravado por el vínculo, un delito que prevé como única pena la prisión perpetua. El pedido se presentó ante el Juzgado de Garantías N° 2 de San Nicolás. De avanzar, será un juicio oral donde la acusada deberá responder por la muerte de quien fuera su pareja, con quien mantenía una relación nacida meses antes en un encuentro espiritual en Uruguay, vinculado al consumo ritual de ayahuasca.

La gravedad del caso y la controversia generada en su primera etapa obligan a la Justicia a brindar respuestas claras en el proceso que se avecina. Según pudo saber NORTE HOY, la familia de la víctima considera que se trató de un femicidio inverso, y espera que se haga justicia en los tribunales.

La acusada permanece detenida desde marzo, luego de que el juez Prati rechazara un pedido de prisión domiciliaria. La fiscalía considera que hay elementos suficientes para sostener la hipótesis de un homicidio intencional y con plena conciencia de sus actos, desmintiendo la idea de un brote psicótico provocado por drogas naturales.

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Reflexión final: En una época en la que los vínculos sentimentales suelen complejizarse bajo el velo de discursos espirituales o alternativas de vida marginales, este caso interpela a fondo el rol del Estado ante situaciones de violencia intrafamiliar menos visibilizadas. La figura penal que pesa sobre Solís no sólo representa una imputación judicial, sino también un llamado de atención sobre nuevas formas de manipulación y vulnerabilidad dentro de ciertas prácticas pseudoespirituales.

Redacción de Diario NORTE HOY